BOGOTA FASHION WEEK DIARY DAY 1


Primer día: Prepárense para leer mucho, los que decidan ir más allá de esta línea.

Imagen: Adriana Santacruz - Alejandra Torres

No tengo escarapela  aun. Un día antes me han asegurado  estarán  en algún lugar dentro de Corferias, (a donde no puedo ingresar a buscarlas y recogerlas porque: ¿dije que no tenia escarapela?). Finalmente alguien me escolta... ya entonces estoy  acreditado y puedo moverme libremente.

Visito rápidamente pabellones cundidos de zapatos, abundan las reproducciones literales  (existen algunos que hasta tienen los originales y anuncian con orgullo como se puede apreciar que tan precisas son sus copias), mucho cuero y muchas joyas que particularmente se parecen en demasía unas a otras…  (existe hasta una marca que replica las creaciones de Mercedes  Salazar al detalle, con corazones con poemas a bordo, defensas contra el mal de ojo y acrílico que dice luck, live, love, contramarcado  solo que con otro nombre de respaldo).  A mi regreso ya entrada la tarde llueve y espero  a Alejandra  quien me ayudara con el cubrimiento. Un BlackBerry, un iPhone y un iPad harián de vehículo para poder informar a todos los seguidores y amigos afiliados con CriolloGlam en el primer día de la Semana de la Moda de Bogotá (que de internacional no tiene mucho) por lo que  yo he decidido que al menos para mí será simplemente la Semana de la Moda de Bogotá  #SMB; digo harían porque dos de los aparatos se quedaron muy rápido sin pila.

Desfile Inaugural, con una hora de retraso, un merecido homenaje a las dos mujeres que han liderado la industria editorial de la moda en Colombia: Pilar Luna Directora ejecutiva del grupo editorial Televisa  de cuyo portafolio hace parte la revista  InFashion Colombia y Lila Ochoa directora de la revista Fucsia de Publicaciones Semana, es el desfile de  Adriana Santacruz quien  abre oficialmente las llamadas pasarelas ‘prime’ (las de la noche) con una colección de tejidos en lana, un homenaje a los tejedores de las frías tierras andinas, colores y patrones propios de su folklore. Principalmente capas y estolas que cubrían piezas en seda: enterizos de pantalón, blusas y pantalones anchos tipo pijama, Los tejidos venían con acentos y bordados brillantes.  Zapatos de Alexandra Safi y las cada vez más famosas slippers o zapatillas en terciopelo de Lobo Rosa con bordados y apliques dorados (Tengo entendido: producto de Mercedes Salazar junto a  Ana María Londoño) si son sin duda producto de competencia internacional:  el efecto es un poco literal cuando la ilustración musical son gaiteros, hay imágenes de personas tejiendo y aparte tejidos por doquier. Pero algunos de los looks (como estos dos con sombreros)  tienen piezas interesantes y una estética atractiva (creo que hará falta la poco practicada y muy requerida tarea de visitar los showrooms el día siguiente para ver de cerca la calidad y los acabados). En general a los diseñadores colombianos les hace falta entrar en la onda del reduccionismo: de abstraer lo local y las fuentes de inspiración en general para que no sean tan evidentes.



Imágenes: Cámara Lucida/Fashionradicals.com

Seguido vendrían María Luisa Ortiz red label  e Isabel Henao; María Luisa quien anda en  plan de expansión de su producción y una visión mas empresarial desde hace un tiempo, presento una colección con una influencia parisina, no la del diseño actual  parisino (que además de cabeza en el mundo de la moda, es multiforme) tanto como la de algunos iconos parisinos:  la imagen de la diseñadora sentada en un evidente  café de Paris, la blusa con gran moño al cuello tipo pañuelo, berets (un sombrero que no es alentador para muchos), terciopelo (¿El París suntuoso?), girasoles (¿Van Gogh? que cabe aclararse es holandés, pero vivió en París) además de estampados de vitral/caleidoscópicos.  Vestidos minifalda pero holgados, con medias tupidas y zapatos planos tipo oxford (de charol cuyos cordones eran cintas: no mis favoritos), ratifican que es un gran quiebre el tema de los zapatos en la mayoría de pasarelas colombianas. Se podía rescatar algo de la  estética contestataria francesa de los sesentas,  que junto a una paleta opaca, calma (azul, vino, amarillo ocre, negro, gris) hacían piezas libres que pueden hacerse funcionar  bien en un armario, una propuesta propia  de la producción y consumo masivo de la época de la que tomo inspiración y que quizás  sintoniza con la expansión de Ortiz.  En general piezas más simples que se veían al menos más reales (alejadas de su toma usual, pues parece que 'red label' es algo así como una segunda linea) y propias de una mujer  practica. Aunque el efecto general  fue literal,  de nuevo (un llamado a la abstracción) también había un “poco de mucho”: largo, corto, ancho, ceñido, maxi, plisado, drapeado, liso, brillante, opaco… Lo que no da impresión de unidad, y el referente que la dio: la ciudad,  llego a verse como un cliché y a entregar masticado.























Imágenes: Cámara Lucida/Fashionradicals.com


Isabel Henao tuvo algunas de  las piezas tecnicamente mejor logradas de la noche, pero  no todas. La falda pitillo  y abrigo con una trama textil que las hacía parecer un estampado  en líneas, que a modo de brocha dejaban la impresión de cómo cuando se ve un cultivo de arroz, junto a las camisas de mangas bolsudas con aperturas que dejaban entrever coloridas franjas como acento son las de resaltar. Los vestidos con fladas construidas por bloques en tela vaporosa y aquellos a la rodilla con superficies satinadas cayeron en la constante del diseño latinoamericano: largo que vuele y de colores o  brillante y cuya estructura no se acopla naturalmente. Aunque si fue muy acertada la apuesta por Oriente, lo que muestra que los diseñadores locales pueden estar en sintonía con el diseño global, pues varias colecciones de las esferas más importantes de la industria pusieron sus ojos en las culturas milenarias del este para esta misma época, a mi parecer los tocados eran puro ruido.

 
 
Imagenes: Isabel Henao - Alejandra Torres




Imagenes: Camara Lucida/Fashion Radicals

Bettina Spitz es una diseñadora que suelo asociar con el look corporativo nacional y el sastre. En esa medida su colección fue digamos que refrescante (para el imaginario colectivo en el que se le tiene) pero esta vez fue como: “sacando la niña que hay en ti” (si en ti, la que usa sastres). Euforia se llamo su colección y para ella desarrollo un estampado y un trabajo grafico muy interesante, un motivo  que entre aves y plantas hacían una explosión de color y formas en ilustraciones bien logradas, luego esas ilustraciones pasarían a convertirse en cosas no interesantes,  estampados de tela sobre tela, en estampados digitales efecto espejo, en apliques, en vestidos completamente llenos de aves y plantas, en chaquetas con aves y  plantas, faldas con aves y plantas, blusas con aves y plantas, aves y plantas, aves y plantas... todo en rosado, aqua, morado y verdes,  las ilustraciones presentes en todas las piezas. Y allí de nuevo una concurrida tendencia nacional tuvo cabida: brillantes y lentejuelas aplicados en tejidos de punto. Esta vez en unos cuellos/pecheras de pesada lana decorados con rosas, volutas, pompones y los susodichos acentos brillantes, piezas que en verdad  no sé quien usaría, aunque el primer look en aparecer con uno de ellos se veía muy bien logrado, es fácil identificarlo por un pantalón color camello  (si el camel viene literalmente por el color de los camellos) con paneles de minifalda sobrepuestos.  Vale resaltar el desarrollo grafico, el pantalón con paneles y algunas blusas con estampado digital, bien involucrados dentro de un atuendo, pueden suscitar halagos.

Decidí no asistir al último desfile porque de nuevo no tenia forma alguna de hacer un registro grafico, el tercer aparato electrónico a mi disposición ya no tenía barras en el indicador de la batería y como entre tarde, de la tercera fila me iba a tocar saltar a la  ultima línea de las graderías… (pero principalmente, como lo dije en twitter ya cargaba conmigo un leve dolor de cabeza) y por lo que pude ver ya en casa, por los trinos de mis conocidos allí adentro, pues no me perdí de mucho…

Y esto aun no termina, tengo post declaración: no. No me quiero sentar al lado de ningún famoso criollo (ni internacional), ni que me tomen fotos (de hecho quienes me conocen saben que  no me gustan y, si es verdad que sentarse en la primera fila te hace sentir más  chévere, pero); yo quiero poder tomar las fotos y que sean medianamente claras y aceptables, para poder informar y mostrar a mas de 9000 personas que pueden, si lo requieren, tener  acceso a la información que CriolloGlam les presente; muchos de los que cubrimos  buscamos  solo eso. Tener personas de por medio no es práctico y es cierto  tampoco lo son un iPad sin pila o la cámara de un BB, pero  muchos con planes de crear una voz y un medio de cubrimiento serio tendremos que esperar a poder pagar algún día  un fotógrafo que se haga al frente de la pasarela, buscar algún acuerdo con un banco de imágenes o  conformarnos con informar hasta el siguiente domingo,  mientras tanto y para hacerlo “en caliente” seguiré mostrando mi inconformidad frente a la imposibilidad de hacer un registro grafico si delante mío en casi todas las pasarelas hay tres cabezas, un codo, o un par de brazos sosteniendo una cámara que obstruyen “el ojo mágico”  y mi objetivo. (Por ahora prometo que para los dos días que faltan los aparatos podrán tomar fotos y subirlas) Por pasión y vocación pues nos pondremos de pie, empujaremos codos, y nos haremos un espacio (en verdad no tuve que hacer ninguna de las anteriores). También me parece que “deja mucho que desear” que  ya que no vamos a lograr ‘super’ imágenes, la galería de imágenes de la versión 2012 de la SMB en el sitio oficial vaya a aparecer dentro de un mes (y que al igual no sean ‘super’ imágenes). Y que no haya una producción de contenido en redes por parte de un evento al que no le falta respaldo. Amanecerá y veremos… que nos trae el segundo día.

Pido a los diseñadores y organizadores  no tomen a modo personal lo aquí escrito,  este es un post que no hace parte de un medio impreso consolidado, es un diario (una visión personal)  que solo pretende aportar, construir, mejorar o reflexionar o dejar temas sobre la mesa abiertos  al debate acerca de  la realidad nacional y lo que veo. Deberían tomárselo como lo que es, pues: “Juntos haremos de la moda algo divertido”  

Lapo Ruiz
CRIOLLOGLAM℠

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